Mi experiencia empezó el día 1 de mayo en el aeropuerto de Barajas cuando cogí el avión dirección a Italia, iba con muchos nervios, era la primera vez que viajaba a otro país por tanto tiempo.
Estuve prácticamente todo el día con el viaje hasta que por fin llegue a lo que sería mi casa por un mes y medio.
Llegó el primer día de trabajo y estaba de los nervios pero con muchas ganas de empezar con la experiencia. No tenia mucha idea del idioma pero aun así mis compañeros me facilitaron bastante las cosas, fueron muy majos y amables conmigo a aparte tuvieron mucha paciencia porque el idioma no lo dominaba.
La farmacia era bastante grande contaba con tres plantas y un almacén, cada planta era una sección en la planta baja estaba la farmacia, en la primera planta había productos para bebés y productos de parafarmacia y en la segunda planta se encontraban las oficinas. El almacén se encontraba abajo del edificio.
Estuve trabajando la primera semana en la primera planta atendiendo a los clientes, dispensando productos y colocando la mercancía en las estanterías, conmigo había una compañera que me ayudaba bastante, me enseño varias cosas y me ayudo con el idioma cuando atendía en caja.
A la siguiente semana me bajaron al almacén a la sección de publicidad, mi compañera Tiziana y María me enseñaron a manejar algunos programas con los que ellos trabajaban. Me sentía más cómoda y además podía hacer más cosas relacionadas con mi ciclo.
Me enseñaron ha hacer regletas con precios, carteles publicitarios, controlaba el email y también me enseñaron ha hacer listas de picking. La verdad los carteles me costaban más hacerlos, ya que eran en italiano y yo no sabía escribir en italiano, por suerte mis compañeras siempre me ayudaban.
Tenía el turno partido por lo cual tenía que ir por la tarde, iba al almacén donde aprendí numerosas cosas de almacenaje como preparar, expedir y recepcionar pedidos, además de colocar la mercancía y buscar los productos con la lista de picking.
Había días donde tenía un montón de trabajo y otros donde no tanto, pero aun así siempre intentaban que hiciera cosas y enseñándome ha hacerlas.
El idioma fue una locura al principio no entendía apenas nada pero con el paso del tiempo pude defenderme mejor, era complicado aún así de que había palabras parecidas al español. A pesar de no atender al público hablaba bastantes con mis compañeras para poder aprender el idioma, yo quería aprender italiano y ellas español.
En Italia su especialidad es la pasta, la pizza y los postres, los helados y el tiramisú eran los mejores que he probado , además hay mucha variación de sabores de helado y a cual más bueno.
Los findes de semanas hacíamos viajes a pueblos del alrededor con un coche que nos dejaron para tener mas autonomía, en los pueblos habían monumentos y edificios maravillosos. También íbamos a las playas cercanas aprovechamos ya que vivíamos en la costa.
Un finde de semana fuimos a Roma con el tren para ver sus monumentos y edificios más turísticos, vi varias cosas pero aun así me quedaron cosas sin ver que en algún momento de mi vida me gustaría volver y visitar.
La convivencia con mis compañeras fue mejor de lo que me esperaba, no las conocía de nada como mucho de a verlas visto por los pasillos y me aterraba la idea de convivir con ellas sin conocerlas pero la verdad me sorprendí bastante, había roces pero es lo más normal cunado convives con gente pero nada que no se pudiera arreglar hablando.
La experiencia tuvo momentos buenos y malos pero sin duda es una experiencia que te marca y que te enseña muchas cosas. Aún así yo la repetiría conocí a gente nueva, una cultura distinta y un nuevo idioma que aunque casi no lo hablo que conseguido entender la mayoría de cosas.
Y por din llegó el 17 de junio, la vuelta a España tenía muchas ganas porque echaba mucho de menos a mis amigos y familiares pero también con un poco de tristeza por despedirme de mi compañeros de trabajos y a la gente que conocí, se queda como un bonito recuerdo y como una gran experiencia.
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